Baba de caracol. ¿Otro timo en el mundo de la estética?
De un tiempo a esta parte lo que prometía ser un gran avance en el mundo del rejuvenecimiento ha dejado de tener un efecto milagro para convertirse en una realidad ficticia, es decir, en un timo para el consumidor. ¿Qué hay de cierto en todo ello?
Remedios engañosos con truco
Parecía ser la panacea como la mayoría de remedios milagrosos, pero todo parece indicar que no deja de ser una forma más de enriquecimiento para determinadas empresas. Sobre la baba de caracol se ha dicho de todo, desde que hacía desaparecer las arrugas, hasta que eliminaba las cicatrices. Quizás la única realidad sea que es un producto que no es malo, pero que en suma, no tiene las propiedades milagrosas que se le atribuían desde hace unos años y que sin duda incrementaban su precio aumentando el número de ventas. Una buena campaña de marketing unida a un producto que incita a la curiosidad, han sido probablemente el secreto de sus ventas que con el paso del tiempo sólo quede en simple moda pasajera. Mientras, los consumidores terminarán arrojando al cubo de basura el tarro que contenía un producto, que si se piensa fríamente, resultaba un poco repelente y que provenía del caracol.
Entre los milagros del producto se decía que conseguía eliminar las arrugas debido a que el caracol segregaba en la baba ácido glicólico que es una sustancia que se extrae originariamente de la caña de azúcar y que tiene como finalidad eliminar células muertas dejando el cutis más luminoso y con las arrugas menos marcadas.
La Academia Española de Dermatología responde
Tras las expectativas que ha despertado un producto como la baba de caracol, dermatólogos de la Academia Española de Dermatología y Venereología han constatado la exageración que se producía al publicitar este tipo de cremas que ofrecían todo tipo de curas para la piel. Así, y según Elía Roo coordinadora de la Unidad de Estética del Hospital Sur de Alcorcón en Madrid, los especialistas recomiendan la crema de baba de caracol en ciertos casos en los que la piel se encuentra atrofiada, como después de un proceso de radioterapia o tras algunos procesos de acné. No hay que olvidar que este producto contiene concentraciones de alantoína, sustancia que ha resultado ser muy efectiva para la cicatrización y regeneración de tejidos. Sin embargo ir más allá significa no ser fiel a la realidad y tratar de vender un producto a toda costa. Hay que tener en cuenta que la baba de caracol produce efectos beneficiosos pero no terapéuticos, y que su acción se produce a niveles superficiales de la piel por lo que no es efectivo en cicatrices más profundas como afirma cierta publicidad engañosa sobre la baba de caracol. En cualquier caso si decide comprar una crema de este tipo hágalo, pero siempre a través de webs o tiendas especializadas, huyendo de productos todo a cien sospechosamente baratos.