Beneficios del salmón para tu corazón
El consumo de salmón aporta grandes beneficios a nuestra salud y en especial al corazón. Este delicioso pescado azul es una extraordinaria fuente de vitaminas, minerales y proteínas de alta calidad que son fundamentales para un correcto funcionamiento de todo el organismo. Pero quizás la propiedad más valorada por médicos y nutricionistas es su alto contenido en omega 3. Se trata de un ácido graso esencial poliinsaturado que el cuerpo humano no es capaz de sintetizar y que, por tanto, necesita ser obtenido por medio de la alimentación.
Omega 3: el ácido graso que protege el corazón
Se ha observado que en poblaciones que consumen grandes cantidades de salmón, la incidencia de enfermedades cardiacas es muy baja. Esto se debe a las propiedades vasodilatadoras y anticoagulantes del omega 3, que ayudan a incrementar la fluidez de la sangre. Con ello se logra prevenir la formación de coágulos, que pueden obstruir las arterias del corazón y convertirse en una trampa mortal.
Según los estudios, comer salmón entre 2 o 3 veces por semana aporta elasticidad en las venas y arterias coronarias, mejora el suministro de nutrientes a las células, ayuda a eliminar toxinas, disminuye los niveles de colesterol en la sangre, regula el funcionamiento del sistema circulatorio, evita la formación de placas obstructivas en los vasos sanguíneos y reduce el nivel de triglicéridos, considerados unos de los principales causantes de enfermedades cardiacas.
Al mismo tiempo, el omega 3 estimula la producción de plaquetas, mejora la función endotelial coronaria y controla la presión arterial, ejerciendo como un gran aliado en la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares, como el infarto y el accidente cerebrovascular.
Además de proteger el corazón y disminuir la incidencia de enfermedades cardiovasculares, la ingesta de omega 3 ayuda a regular los niveles de insulina y ejercer mejor control sobre la glucemia (azúcar en la sangre), reduciendo con ello los riesgos de desarrollar la diabetes tipo 2 e hipertensión. Manteniendo niveles bajos de glucosa en la sangre, se consigue minimizar notablemente el riesgo de desarrollar las enfermedades cardiacas.
El salmón es bueno para la vista y las articulaciones
Las bondades del salmón no se limitan solo a la presencia de omega 3. El pescado también es fuente de yodo, vitaminas A, D, B12 y minerales como el selenio y el magnesio. Se han demostrado los beneficios del salmón para la salud de cartílagos y articulaciones en razón de pequeñas moléculas proteicas, denominadas péptidos bioactivos que regulan procesos de síntesis de colágeno y mineralización del hueso. Estas factores, junto con la acción antiinflamatoria del omega 3, pueden ser grandes aliados en el control y tratamiento de la artritis reumatoide.
El consumo de salmón también ayuda a un correcto funcionamiento de la retina ocular, protege la agudeza visual y previene la degeneración macular, un problema frecuente en personas con diabetes. Además, la ingesta de este pescado está relacionada con la prevención de la demencia y, según numerosos estudios científicos, protege el cerebro de la enfermedad de Alzheimer debido a su capacidad de ralentizar la formación de placas amiloides, consideradas las principales causantes de esta dolencia incurable. Adicionalmente, algunos estudios han demostrado que una dieta rica en omega 3 también está asociada a un menor riesgo de sufrir depresión.