Charlamos sobre la incontinencia urinaria con la Doctora Montserrat Espuña
La incontinencia urinaria es un problema que afecta a alrededor de 5 millones de mujeres en España.
El pasado 30 de noviembre tuvo lugar la ‘Jornada sobre Salud Femenina’ organizada por la American Medical System (AMS). Aprovechamos para conversar sobre la incontinencia urinaria con la Doctora Montserrat Espuña, Jefa de la Unidad de Uroginecología del Hospital Clínic de Barcelona y presidenta de la Sección de Suelo Pélvico de la Sociedad Española de Obstetricia.
¿Qué es la incontinencia urinaria?
La incontinencia urinaria consiste en la fuga involuntaria de la orina debido a una pérdida del control de la vejiga. Esta incapacidad para controlar la micción afecta tanto psicológica como socialmente a la vida del paciente ya que influye negativamente en su día a día reduciendo su calidad de vida.
¿Cuándo aparece y cuáles son las causas de la incontinencia urinaria?
A medida que se avanza en edad, la probabilidad de padecer incontinencia urinaria aumenta. Hay aproximadamente un 2,5-3% de mujeres jóvenes que sufren escapes involuntarios de orina, esta cifra aumenta partir de los 45 años, con un 12% de las mujeres que lo sufre, y este porcentaje se eleva hasta el 30% a partir de los 65 años.
Con respecto a las causas, sería conveniente aclarar que existen dos tipos de incontinencia: la incontinencia urinaria de esfuerzo y la de urgencia.
La incontinencia urinaria de esfuerzo
Más frecuente en mujeres jóvenes y de mediana edad, se produce porque los mecanismos que cierran la uretra no funcionan adecuadamente por diferentes motivos. La causa más habitual es el parto, aunque existen otros factores como la obesidad, haber sufrido traumatismos o intervenciones quirúrgicas en la zona, la edad Incluso pueden influir cuestiones como ser deportista de élite y tener que realizar grandes esfuerzos como saltos, etc.
Además, también hay una predisposición familiar, ya que hay estudios que afirman que las hijas de madres con incontinencia urinaria tienen tres veces más probabilidades de tener este problema de salud, que el resto de mujeres.
La incontinencia urinaria de urgencia
Se produce cuando está dañado el control neurológico necesario para decidir en qué momento queremos orinar. La incontinencia urinaria de urgencia la padecen personas con enfermedades neurológicas, por ejemplo con lesiones en la columna o las personas con Parkinson o esclerosis múltiple. Pero en la gran mayoría de mujeres que padecen esta enfermedad, no es posible identificar una causa neurológica, y en estos casos lo denominamos vejiga hiperactiva idiopática.
¿Afecta más a hombres o mujeres?
La incontinencia urinaria es más padecida por las mujeres que por los hombres en una proporción de cuatro a uno. Es a partir de los 75 años de edad cuando el problema va aumentando en ambos géneros: el 25 % de los hombres mayores de 75 refieren escapes involuntarios por el 40% de las mujeres. En hombre y mujeres ingresados en residencias geriátricas, la proporción de personas con problemas de continencia es muy alta.
¿Es la incontinencia urinaria una enfermedad muy extendida?
Es una enfermedad mucho más común de lo que se imagina. Afecta, en algún momento de su vida, aproximadamente al 15% de las mujeres en nuestro país. Lo que supone nada más y nada menos que unos 5 millones de afectadas por incontinencia urinaria en España.
Desgraciadamente, muchas mujeres no saben que existen opciones de tratamiento efectivas que les pueden ayudar a tratar este problema.
¿Tiene repercusiones a nivel psicológico y social?
Según diversos estudios las mujeres con incontinencia urinaria tienen más riesgo de padecer problemas depresivos.
No olvidemos que tanto en las mujeres jóvenes como en las mayores la incontinencia urinaria provoca una grave alteración de la calidad de vida. Por ejemplo, supone una limitación en actividades como hacer ejercicio, tener relaciones sexuales o simplemente pasear. Así, las afectadas tienden a protegerse o a vestirse de una manera determinada, algo que hacen porque tienen miedo a que los demás lo noten creando inseguridad y afectando a su autoestima.
¿Hay mujeres afectadas que no se tratan por vergüenza?
Creo que hay una mezcla de vergüenza y de desconocimiento. La incontinencia urinaria es un problema que muchas mujeres evitan comunicar a sus médicos porque sienten vergüenza. Sigue siendo un tema tabú del que prefieren no hablar.
Por otro lado, muchas mujeres piensan que este es un problema normal propio de la edad y sin posible solución y desconocen que existen tratamientos efectivos. En cualquier caso, la realidad es que se estima que sólo una de cada 5 mujeres con escapes involuntarios de orina buscan tratamiento.
Sin embargo sí existen tratamientos altamente efectivos que ayudan a mejorar la calidad de vida. Por eso es necesario informar y concienciar a las pacientes, hablar de este tema con naturalidad para ayudarles a superar el sentimiento de vergüenza, superar el desconocimiento existente y explicarles las opciones terapéuticas posibles.
¿Se puede prevenir la incontinencia urinaria?
Adoptando una serie de medidas se puede prevenir o, al menos, retrasar su aparición. Por ejemplo es bueno reducir el consumo de sustancias que estimulan la vejiga en exceso como la cafeína, el alcohol, y ciertos medicamentos como los diuréticos. También es útil combatir el estreñimiento, así como evitar la obesidad, porque produce un aumento de la presión intraabdominal.
En los casos de incontinencia de esfuerzo son muy útiles las técnicas de modificación de la conducta como por ejemplo los ejercicios del suelo pélvico (ejercicios de Kegel) que consisten en contraer repetidamente los músculos para incrementar su resistencia.
¿Qué tratamientos existen actualmente?
Los tratamientos son diferentes si hablamos de incontinencia de esfuerzo o de urgencia. En las mujeres que sufren incontinencia de esfuerzo, lo indicado son ejercicios del suelo pélvico, con un programa de fisioterapia supervisado por un terapeuta cuando es leve, y cirugía cuando lo anterior no funciona o la incontinencia es muy importante. Los tratamientos quirúrgicos han mejorado mucho y ahora se colocan pequeñas bandas de malla debajo de la uretra, para reforzar a los tejidos debilitados y darle un mayor soporte, recuperando así los mecanismos que permiten evitar la incontinencia durante los esfuerzos.
En la incontinencia de urgencia, la terapia se basa en modificaciones de conducta (controlar la ingesta de líquidos, ir a orinar de forma programada, antes de tener muchas ganas, etc.) y administración de fármacos anticolinérgicos, que actúan bloqueando los receptores colinérgicos de la vejiga y así pueden frenar la actividad anormal del músculo detrusor. Son los únicos que existen en el mercado en el momento actual y de los que existe evidencia científica suficiente sobre su eficacia.
Existen otras formas de tratamiento para los casos que no responden al tratamiento de primera línea y que solo estarían indicados en casos muy bien estudiados, estos tratamientos son: las inyecciones de toxina botulínica o la neuromodulación. No obstante, se sigue investigando en nuevas formas de tratamiento, en nuevos medicamentos que muy posiblemente no tarden en llegar. Son fármacos que en lugar de tener un efecto anticolinérgico, actúan a otro nivel en la vejiga urinaria, lo que hacen es estimular los receptores beta y esto tienen un efecto relajante sobre la vejiga y así puede favorecer el que el paciente aguante más.
¿Habría que formar a la sociedad sobre el suelo pélvico?
Es fundamental que las personas conozcan este problema de salud y sepan cómo buscar solución, sin padecerlo en silencio. Asimismo, es fundamental que los profesionales de la salud pregunten a los pacientes si tienen escapes involuntarios de orina y si la respuesta es positiva, orientarles adecuadamente en su tratamiento o facilitarles la búsqueda de ayuda, si consideran que no están preparados para tratar este problema directamente.