Cuidado con las deficiencias en las cabinas de rayos uva
La falta de restricciones legales hace que muchas cabinas de rayos uva escapen al control de las autoridades sanitarias no existiendo un control real de las radiaciones que emiten y de los riesgos asociados.
Cabinas de rayos uva
El doctor Ramón Grimal, jefe de de la unidad de dermatología del Hospital Clínic de Barcelona alertó recientemente de las numerosas deficiencias que presentan las cabinas de rayos uva ya que, en la mayoría de los casos, escapan al control de las autoridades sanitarias. El doctor eleva al nivel máximo el riesgo que conlleva el uso de esta tecnología puesto que en ningún país existe ningún tipo de restricción en este sector, contribuyendo a la existencia de numerosos riesgos asociados al uso continuado de cabinas de rayos uva.
Además, va más allá, y afirma que las radiaciones uva no son ni siquiera aconsejables para preparar la piel antes de una temporada de mayor exposición solar ya que producen modificaciones sustanciales en el ADN celular y estas alteraciones pueden terminar produciendo cáncer.
Veinte años de incubación
Hay que tener en cuenta que el melanoma tiene un periodo de incubación de veinte años y en la actualidad es cuando se empiezan a ver las consecuencias de este tipo de bronceado artificial. Los rayos uva se iniciaron en la época de los noventa, periodo en el cual adquirieron mucho auge, y es en el momento presente cuando se empiezan a contrastar y evaluar sus efectos dañinos.
La OMS desaconseja el uso de cabinas de rayos UVA
La Organización Mundial de la Salud -OMS- ha hecho pública una recomendación en la cual desaconseja el uso de aparatos de rayos uva por el gran potencial cancerígeno que tienen. En un reciente estudio publicado en The Lancet Oncology, se afirma que tras abusar de los rayos uva la posibilidad de contraer un cáncer de piel aumenta hasta en un 75% sobre todo en personas menores de treinta años.
Por otra parte debe de haber una obligación por parte de la empresa que suministra este tipo de prestaciones, a informar al cliente de los posibles riesgos a los que se somete al exponerse a los rayos uva, a su vez que de advertirle del límite de exposición y la frecuencia de ésta.