La estética
La Cirugía Estética es uno de los muchos caminos hacia la belleza, una de las diferentes vías a través de la cual podemos mejorar nuestro aspecto y nuestra calidad de vida.
No obstante, podemos observar algo así como dos tipos de cirugía estética que defino como cirugía estética apolínea y cirugía estética dionisíaca: Apolo es el dios de la armonía mientras que Dionisio, como Baco, el de la ebriedad. El resultado de una cirugía estética apolínea tiene por principal característica el equilibrio y la elegancia, sin exageraciones ni estridencias. Su observación produce placer y lo consideramos bello. Contribuye a la salud. Exige, de quien la practica, un gran sentido ético y estético y, lo que es más importante, mucho sentido común. Por el contrario, los resultados de cirugía estética dionisíaca, son artificiales, tienden a la exageración y a la estridencia. Nos produce sensación de desagrado, sorpresa, escándalo, repulsión… y lo consideramos feo.
Sabemos, por oficio, que lo normal no llama la atención del observador, mientras que lo anormal es un estímulo irresistible para que la vista se dirija hacia ello. Por otra parte, la cirugía estética, a nuestro entender, exige una certidumbre razonable de un resultado satisfactorio y duradero, de la inocuidad de la operación y de la existencia de mínimos riesgos. Para nosotros lo más importante es la seguridad, la satisfacción del paciente y la naturalidad de los resultados, es decir, que no sea posible reconocer el paso por el quirófano: una cirugía estética que se note operada está mal operada.
Finalmente, en el momento actual se hace fundamental un planteamiento multidisciplinario del trabajo para la obtención de unos resultados más completos: esteticista, cosmetóloga, fisioterapeuta, odontólogo, endocrinólogo, dermatólogo, geriatra, cirujano plástico, etc, participan aportando sus conocimientos respectivos para la mayor satisfacción y felicidad de quienes acuden a nosotros en busca de ayuda.