La importancia de un buen desmaquillado
No importa que usemos las mejores cremas del mundo, o que vayamos a los mejores centros de belleza si no ayudamos a mantener nuestra piel bella. Una de las pautas más importantes es es la realización de un buen desmaquillado dos veces al día.
La mejor de las cremas, inútil sin una buena limpieza
En lo referente al cuidado del rostro hay ciertas rutinas que nunca deben de ser olvidadas. La piel requiere una serie de cuidados internos, como lo es una buena alimentación con todos los nutrientes necesarios; y por supuesto una serie de cuidados externos. No basta con aplicar una buena crema si antes la piel no se encuentra en las condiciones óptimas de limpieza para absorber los principios activos de un producto. Por lo tanto, es de suma importancia llevar a cabo una seria rutina de limpieza, que permita que la epidermis esté en condiciones de admitir determinados ingredientes. Por poner un ejemplo, de nada sirve encerar un mueble, si no se ha limpiado adecuadamente en una fase previa, pues se produciría una amalgama de producto y no se obtendrían los beneficios deseados. En la piel ocurre algo parecido, ya que si falta un buen desmaquillado diario se crea una barrera que impide la correcta absorción de los ingredientes activos.
Las tres reglas de oro: limpiar, tonificar e hidratar
Limpiar, tonificar e hidratar es la base de una buena piel y de un correcto desmaquillado. No importa que la persona en concreto no vaya maquillada, pues a lo largo del día se van acumulando no sólo toxinas y células muertas de la propia piel, sino también la contaminación del aire del mundo actual-coches, aire acondicionado, fábricas, cigarrillos. Como consecuencia, los poros se obstruyen, la piel no respira y no se oxigena. Además, las células muertas se acumulan formando capas y capas que restan a la epidermis luminosidad y frescura, por lo que en muchos casos ésta aparece apagada y mate.
Frecuencia del desmaquillado
Para que un desmaquillado sea efectivo se debe de hacer dos veces al día. La primera parte se realizará por la mañana, y en ese momento se arrastran todas las toxinas que ha ido expulsando la piel durante el transcurso del momento del sueño. Antes de acostarse se procederá a repetir la operación con el fin de limpiar la piel de todas las impurezas que se han ido almacenando en ella. Además, hay que tener en cuenta la importancia de tonificar, pues durante este proceso se completa la limpieza, y se ayuda a la reafirmación de los tejidos. Para terminar, una buena hidratación para aportar agua, y en el caso de las pieles más maduras una buena nutrición para aportar lípidos. Al menos una vez a la semana es conveniente realizar un peeling que complemente el desmaquillado y elimine células muertas.