¿Qué es la eclampsia?
La eclampsia, una palabra que significa ‘relámpago’, hace referencia a convulsiones que suceden durante el embarazo.
¿Quiénes pueden sufrir eclampsia?
La eclampsia se define como la aparición de convulsiones durante el embarazo después de la semana 20 de gestación, también durante el parto o en las primeras horas del puerperio. La eclampsia no afecta a todas las mujeres y no tiene relación con afecciones neurológicas.
Las mujeres menores de 18 años o bien mayores de 35 años pueden tener eclampsia. También es más probable que las mujeres que pesan menos de 50 kilos, o bien que tengan obesidad, sufran eclampsia.
Estas convulsiones también son más comunes entre mujeres con enfermedades crónicas tales como hipertensión, diabetes mellitus, enfermedad ocular, enfermedad renal o enfermedad vascular del colágeno.
Las mujeres embarazadas que tienen complicaciones tales como un embarazo múltiple, un feto grande, polihidramnios o hidropesía fetal, también tienen riesgo de sufrir eclampsia, así como también el hecho de haber sufrido preeclampsia en un embarazo anterior.
¿Cómo sé si tengo eclampsia?
Existen algunos síntomas comunes entre mujeres embarazadas que tienen eclampsia.
Estas convulsiones vienen con ansiedad, dolor epigástrico, dolor de cabeza y una visión borrosa.
Sin embargo, no son los únicos síntomas habituales de la eclampsia. El especialista se asegurará de que no exista una hipertensión arterial extrema. Para superar estas convulsiones, será necesario reposar así como también comprobar la presión arterial, la diuresis y la frecuencia cardíaca del feto.
Otros síntomas comunes son el aumento de peso de más de 1 kilo cada semana, el dolor de cabeza, vómitos y mareos, dolor de estómago e hinchazón en las manos o rostro.
Los dolores musculares y la pérdida de conocimiento también son síntomas comunes. El especialista realizará diferentes exámenes de sangre y de orina para verificar, entre otros factores, el ácido úrico, la proteína en la orina y la actividad hepática.
Es importante tener en cuenta que la eclampsia puede indicar una mayor probabilidad de que los hijos sufran epilepsia durante su vida adulta.
Eclampsia y preeclampsia, dos problemas diferentes
Hay que diferenciar la eclampsia de la preeclampsia. Esta última se detecta cuando existen niveles elevados de proteína en la orina, y se comprueba su presencia teniendo en cuenta los síntomas (que serán diferentes dependiendo de si el problema es leve o grave).
Las mujeres embarazadas con preeclampsia leve pueden tener una presión arterial de 140/90mmHg, además de edema de cara y manos y presencia de proteína en la muestra de orina.
Los síntomas comunes de preeclampsia grave son, en cambio, trastornos neurológicos, dolor de estómago, un aumento de peso semanal superior a los 2 kilos, problemas de visión tales como visión borrosa o doble, y dolor de cabeza muy fuerte y continuado.