Según un estudio en el centro-norte de España se sigue una dieta más saludable que en el sur-levante
El informe DRECE desvela que Castilla y León, País Vasco y Navarra son las comunidades donde hay un menor nivel de colesterol “malo”.
Un estudio del Instituto Dieta y riesgo de enfermedades cardiovasculares en España (DRECE), que desde hace 15 años estudia los hábitos alimenticios de casi 5.000 personas, confirma el efecto beneficioso de la dieta mediterránea y revela que en las comunidades del centro y norte se sigue una alimentación “más saludable” que en el levante y el sur. A la presentación del informe asistió la ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, Elena Espinosa. En el estudio, patrocinado por el Grupo SOS, participan más de 100 médicos y enfermeras de 52 centros de salud de toda España, y el objetivo es conocer la relación existente entre la dieta y las enfermedades, con especial atención las cardiovasculares.
La ministra afirmó que la dieta mediterránea ofrece un modelo alimentario de calidad, variado, equilibrado, apetecible y saludable, que avala la Organización Mundial de la Salud y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.
El informe DRECE refleja “diferencias importantes” en el consumo de grasas saturadas y colesterol entre las regiones del este y sur de España respecto a las del norte y centro, donde se sigue una dieta más saludable. Castilla y León, País Vasco y Navarra son las comunidades autónomas donde los individuos presentan un nivel menor de colesterol “malo” en sangre (LDL), y un mayor grado de colesterol “bueno” (HDL), frente a canarios, andaluces y valencianos, afirma el estudio.
Entre las conclusiones del estudio figura, que en España existe un “factor protector”, lo que explicaría que los accidentes cardiovasculares sean hasta 10 veces menores, que en países como Finlandia o Ucrania. En España, indica, a diferencia de lo que ocurre en la mayoría de los países occidentales, las enfermedades cardiovasculares no son la primera causa de muerte entre la población de entre 20 y 70 años, sino que lo es el cáncer.
Otra de las conclusiones recoge la mejora en la alimentación que han registrado los grupos que presentaban riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular en 1992. El estudio señala que “es notable la concienciación” de estos individuos y su confianza en los beneficios que supone seguir los consejos médicos y una dieta saludable.