Voy a operarme, ¿qué tengo que saber?
Te damos una serie de consejos fundamentales antes de que te sometas a una intervención de cirugía plástica.
Las cirugías plásticas y retoques estéticos son cada vez más comunes. Los liftings, aumentos de glúteos y las rinoplastias están a la orden del día. Cada vez más personas deciden mejorar aquellas partes de su cuerpo con las que no se sienten del todo cómodos, aunque en muchas ocasiones no se trata solo de una cuestión estética, sino de salud.
Al tratarse de una decisión tan importante y que altera nuestro organismo, es imprescindible hacer una investigación exhaustiva, infórmate a conciencia y planea la operación que más te convenga.
Lo primero que debes plantearte son los beneficios y los riesgos que te aporta. A veces, entrar al quirófano no es la única solución, sino que existen tratamientos o terapias alternativas a la cirugía. Incluso los cambios cotidianos en tu vida diaria pueden marcar una gran diferencia, como dieta, horas de sueño o ejercicio. En ciertas ocasiones puede que ni siquiera seas un buen candidato para la operación por motivos de historial clínico o edad.
Si efectivamente has decidido operarte, veamos en este artículo qué debemos tener en cuenta.
A quién elegimos
Deberemos asegurarnos de que el profesional que nos atienda sepa escucharnos y solucionar nuestras dudas, ya que, al ser la mayoría de veces temas relacionados con la autoestima, hay que trabajar el componente psicológico que hay detrás de la operación. Pero no vayas a quedarte ahí. No se trata solo de elegir una buena clínica, también es aconsejable pedir opinión a clientes anteriores que te den una perspectiva real del trato que recibieron.
Buscar una segunda opinión
Además de seguir el paso anterior, es bueno consultar a otro experto que confirme el diagnóstico del primero. Recuerda que no es necesario repetir todo el procedimiento desde el principio, ya que puedes aportar las pruebas que te hiciste la primera vez.
En ambos casos, pide a tu médico que te explique claramente y las veces que necesites la intervención. Has de entrar sabiendo qué te van a realizar, cómo y qué supone la operación para tu cuerpo.
Cuánto nos gastamos
Es aconsejable elaborar un presupuesto de gastos pre y post operatorios, porque estas operaciones no están incluidas en la seguridad social o seguros médicos. En este apartado no te olvides de las consultas médicas, los exámenes de laboratorio, los medicamentos y las necesidades extra, como las fajas o los masajes drenantes que completan el tratamiento en caso de intervenciones como la liposucción.
Qué recuperación requiere
El tiempo de recuperación es un factor del que solemos pasar, pero es un error, ya que echa por tierra todo el proceso. Paciencia y seguimiento de las recomendaciones son fundamentales. No es lo mismo una operación que requiere dos semanas de cuidados que una de cinco, por lo que es otro aspecto que puede ayudarnos a tomar una decisión con respecto a hacernos una operación u otra.
Qué consentimiento doy
Por motivos legales, deberás firmar un “consentimiento informado”. Se trata de un documento de obligado cumplimiento, por lo que, si no te lo dan, despídete de ese médico.
En él se recoge toda la información que hemos estado comentando hasta ahora: qué aspectos tiene tu tratamiento, en qué centro hospitalario te atenderán y etcétera. Firmarlo implica dar tu consentimiento, naturalmente, por ello léelo con atención previamente.
Variará en función del tipo de cirugía que se te vaya a practicar, por regla general indica lo siguiente: tu diagnóstico y por qué la cirugía es una opción, el objetivo de la cirugía, la forma en que se realizará, cómo podría beneficiarte, cuáles son los riesgos, qué debes esperar en cuanto a los efectos secundarios y qué otras opciones de tratamiento tienes.
