La aromaterapia y el invierno
La estación invernal, época de frío y humedad, nos invita a adoptar un enfoque preventivo frente a las numerosas agresiones externas, climáticas y microbianas, para apoyar y proteger nuestro cuerpo.
El invierno y la energía
En términos de energía, el invierno es la temporada del principio de la feminidad, la oscuridad y el frío. Esta condición puede causar un agotamiento de nuestra energía vital y como consecuencia una menor respuesta inmunológica. En el proceso de apoyo inmunológico y calentamiento energético, el mundo de la aromaterapia, a través de los aceites esenciales, nos proporciona una herramienta muy valiosa para reequilibrar nuestro terreno tanto biológico como neuropsicológico.
Todos los aceites esenciales se podrían denominar eubióticos, es decir, que promueven todos los procesos vitales y biológicos. Por lo que siempre van en la dirección de un reajuste de todos los sistemas, cumpliendo con su función antiinfecciosa. Después de un tratamiento con ellos, el cuerpo se reequilibra y fortifica. Los aceites esenciales son beneficiosos por su efecto antiinfeccioso e inmunomodulador, en especial los que contienen: alcoholes, aldehídos monoterpénicos, cetonas, fenoles y óxidos.
Aceites esenciales de invierno
Estos principios activos se encuentran mayoritariamente en los denominados aceites esenciales de invierno, como por ejemplo: ajedrea, árbol del té, cajeput, canela, clavo, eucaliptos, niauli, palmarrosa, pino, ravintsara, romeros, tomillos, etc. Se les denomina aceites esenciales de invierno porque ejercen un efecto de calentamiento del cuerpo desde el interior, de esta forma nos ayudan a luchar contra las agresiones climáticas del frio y la humedad.
Aromaterapia y protectores aromáticos
Hay que tener en cuenta las siguientes recomendaciones para preparar un buen protector aromático, si queremos que la aromaterapia sea efectiva necesitaremos realizar algunas acciones básicas:
- Aplicación sobre la piel. El masaje estimula el sistema inmunológico y calienta el cuerpo mediante la activación de la circulación sanguínea, al mismo tiempo que refuerza nuestra barrera defensiva contra virus y bacterias. Siempre los administraremos diluidos en un aceite vegetal. También los podemos incorporar a nuestro aceite o crema corporal diario. Otra forma de protegernos, cuando estamos en lugares y transportes públicos, es la de aplicar una gota de la mezcla que hayamos escogido de aceites esenciales en el interior de las muñecas y respirar profundamente.
- Difusión atmosférica. Permite desinfectar el ambiente en que nos encontremos (hogar, oficina, etc.), que realizado diariamente, limita el contagio de enfermedades invernales y protege a los sistemas inmunológicos más vulnerables.
Por Susana Puchades, profesora de aromaterapia en la escuela Vipassana.