Una combinación placentera: el punto G y el ácido hialurónico

La sociedad actual se basa en la búsqueda del placer a toda costa. Hay varias formas de sentir placer y numerosas maneras de estimularlo. Si hablamos del placer sexual femenino es obligatorio hablar del punto G.

No obstante este diminuto punto en el cuerpo femenino genera grandes controversias. En la actualidad una nueva técnica de cirugía estética ha conseguido llegar a él y estimularlo.

Durante muchas décadas la sexualidad femenina ha quedado reducida al mero ámbito de la reproducción. Hoy en día sin embargo, la sociedad ha experimentado una serie de cambios y entre ellos está el concepto de placer femenino. Actualmente se habla mucho del punto G al cual se denomina La llave del placer de la mujer. Aunque la sexualidad femenina no puede ni debe quedar circunscrita a un punto en nuestro cuerpo, la medicina estética actual ha descubierto tratamientos innovadores que mejoran y optimizan la vida sexual de la mujer.

Orígenes del punto G

Uno de los primeros médicos en mencionar la existencia del punto G fue el doctor alemán Ernest Grafenberg. Grafenberg que realizó sus primeras investigaciones sobre este tema en los años 50, época en la cual la sexualidad femenina era considerada un tabú por lo que sus estudios no tuvieron repercusión social y permanecieron casi en el anonimato.

Según sus investigaciones, el punto G se encuentra a medio camino entre la parte trasera del hueso púbico y el clítoris, en la zona de la pared delantera hacia la abertura. Esta zona tiene un cierto paralelismo con la próstata del hombre por lo que a menudo se le ha dado en llamar la próstata femenina.

Este punto se manifiesta como una prolongación de la zona bulbosa del clítoris por lo que la estimulación clitoriana desarrolla la sensibilidad y el placer de este punto dando lugar en algunos casos a la secreción de una sustancia clara. Dicha sustancia es segregada a través de las salidas glandulares de la vagina y de la uretra y es conocida como la eyaculación de la mujer.

El ácido hialurónico y el punto G

Las inyecciones de ácido hialurónico son cada vez más utilizadas en el campo de la cirugía estética. El ácido hialurónico se encuentra presente de forma natural en nuestro cuerpo y se utiliza en cirugía estética para rellenar arrugar y realzar volúmenes. Hoy en día también es inyectado en las partes íntimas femeninas con el fin de facilitar el placer sexual de la mujer.

Este tipo de aplicación comenzó al otro lado del Atlántico cuando algunos cirujanos americanos observaron la posibilidad de agrandar el punto G mediante productos que fueran más o menos reabsorbibles. Sin embargo fue el doctor Matlock, conocido como El Picasso de la vagina, el primero en inyectar esta sustancia en la zona. El producto elegido en un primer momento fue colágeno. Más tarde esta técnica llego a Francia, donde se lleva a cabo por cirujanos experimentados, los cuales lo sustituyeron por el ácido hialurónico al considerar esté una sustancia más adecuada.

El ácido hialurónico se inyecta a través de la mucosa directamente al punto G. La inyección se realiza con anestesia local y después de la aplicación de un gel. La intervención dura unos 15 minutos y el coste aproximado es de unos 500 a 1000 euros. Finalizada la intervención, es posible que aparezcan pequeñas molestias al orinar que desaparecen a las pocas horas. Se aconseja evitar las relaciones sexuales durante los dos días siguientes a la intervención.

Función del ácido hialurónico en el punto G

La inyección del ácido hialurónico en el punto G consigue que la mujer obtenga un mayor placer en sus relaciones sexuales. No se trata en ningún caso de una formula milagro sino de una ayuda extra. El punto G se estimula dependiendo de la posición en el acto sexual. Si este se agranda, se vuelve de alguna manera más accesible y como consecuencia más receptivo al placer. Por lo tanto, la zona se estimula cualquiera que sea la posición al realizar el acto sexual.

No podemos pretender, no obstante, que esta técnica innovadora, sea una solución para los casos de mujeres anorgásmicas -que no pueden experimentar orgasmos- ya que en estos casos hay un fuerte componente psicológico y fisiológico que a veces no puede ser superado.

Entendamos pues esta nueva técnica dentro del campo de la medicina estética, como un remedio eficaz para conseguir que la vida sexual de la mujer mejore y sea más completa y placentera. El Cuerpo Una combinación placentera: el punto G y el ácido hialurónico  Tu revista de medicina estetica, vida saludable, cuidado del cabello, cuidado de la piel, cosmética y bienestar.

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4 COMENTARIOS

    • Hola Graciela. Desconocemos el coste de este tratamiento… tendrías que preguntarlo en centros de tu zona, pues imagino que los precios variarán según países y zonas. Un saludo.

    • Hola Yolanda. Lo siento, desconozco si en Las Vegas existen consultas de este tipo. Te sugiero que busques en internet a ver si encuentras algo por tu zona. Un saludo.

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