Banda gástrica contra la obesidad, las claves para que funcione
En la actualidad, la banda gástrica es uno de los métodos menos invasivos que existen para tratar la obesidad. Al ser una técnica menos agresiva, tiene menor índice de complicaciones y molestias asociadas que otro tipo de intervenciones. Además es un procedimiento reversible que no modifica la anatomía del paciente, que no supone cambios permanentes en el estómago y los intestinos y que, en caso necesario, puede retirarse. Asimismo es regulable, pues la banda puede ir ajustándose aumentando o disminuyendo la capacidad del estómago según la evolución del paciente.
Dado que la banda gástrica permite la absorción normal de los nutrientes, el riesgo de hipoabsorción es inferior al de los procedimientos hipoabsortivos o combinados como el bypass gástrico. Con la banda gástrica el adelgazamiento es gradual y normalmente los pacientes pierden una media de entre 0,5 y 1 kg por semana durante el primer año.
En países como EEUU, Australia o Francia, la banda gástrica es un tratamiento muy popular para la obesidad, ampliamente utilizado y reconocido por la comunidad médica. Ha demostrado ser una técnica efectiva en la consecución de la pérdida de peso. En España, en cambio, a pesar de ser una técnica con años de trayectoria, las cifras de pacientes tratados de obesidad son muy inferiores a las que se dan en aquellos países. Uno de los principales motivos de que en España no haya alcanzado los niveles de reconocimiento que tiene en otros países es porque las propias ventajas de la banda gástrica son “armas de doble filo”, es decir, se pueden convertir en inconvenientes si no se hace un buen seguimiento del paciente.
Ventajas e inconvenientes de la banda gástrica
A favor:
- Procedimiento laparoscópico sencillo, de estancia hospitalaria corta (1 a 3 días).
- Solución quirúrgica menos invasiva (ausencia de grapas o incisiones en el estómago o tubo digestivo).
- Totalmente reversible y ajustable.
- Riesgo mínimo de desnutrición, pues los nutrientes y vitaminas se absorben del todo.
En contra:
- La pérdida inicial de peso es más lenta que con el bypass gástrico.
- El desplazamiento de la banda puede requerir su reubicación.
- El desgaste de la banda puede obligar a su extracción.
- El seguimiento regular es crucial para obtener resultados óptimos.
Para evitar estos posibles inconvenientes sólo hacen falta dos cosas. Por un lado, que el especialista sepa hacer un buen seguimiento médico del paciente. Y por el otro, que el paciente acuda regularmente a hacerse este seguimiento y se comprometa a seguir el protocolo establecido por el médico. Si estas premisas se cumplen, el éxito con la banda gástrica y sus virtudes está asegurado. No obstante, un mal seguimiento por parte del equipo médico (no saber ajustar y regular la banda adaptándola en todo momento a las necesidades y evolución del paciente, no llevar a cabo con el paciente un programa de soporte en el que se le eduque y se le enseñen nuevos hábitos alimenticios y de estilo de vida,…), puede hacer que los resultados de la banda no sean los deseados.
Estudio en 132 pacientes españoles
El Dr. Jesús Lago es especialista en Cirugía de la Obesidad, y uno de los médicos que acumula más experiencia a nivel nacional en el tratamiento con banda gástrica. Además, es autor del estudio “La banda gástrica ajustable como tratamiento de la obesidad mórbida: ¿son reproducibles los resultados mundiales en España? Análisis de 132 pacientes intervenidos en los últimos 10 años”. A continuación, nos explica la clave para que el tratamiento con banda gástrica sea efectivo.
“La banda gástrica es una técnica sin mortalidad y con un bajo número de complicaciones graves. Sin embargo en España no hemos reproducido hasta la fecha los resultados publicados en la literatura mundial. En la mayoría de los foros científicos españoles se cuestiona su eficacia habiéndose comunicado un elevado número de reintervenciones para conversión a otra técnica por fracaso del procedimiento o por complicaciones a largo plazo derivadas del mismo. En base a nuestra experiencia tales fracasos no ocurrirían si seguimos el protocolo de seguimiento aplicado en otros centros médicos a nivel internacional que acumulan una dilatada experiencia con este tratamiento.
En el estudio realizado por nuestro equipo médico con 132 pacientes a los que intervenimos de obesidad con banda gástrica, no hemos tenido ninguna mortalidad ni complicaciones graves, y la pérdida de sobrepeso programada al año fue superior a un 54,8% a los 5 años después de la intervención. Para la obtención de estos resultados es imprescindible:
- Una correcta selección del paciente (que sea apto o no para este tratamiento).
- La colaboración del paciente (debe entender que es una parte activa del tratamiento y que por tanto debe cumplir las pautas que se establezcan en todo momento).
- Un correcto programa de seguimiento y educación del paciente hacia nuevos hábitos alimenticios y de estilo de vida con un enfoque multidisciplinar.”
Con estos datos, que se suman a la amplia bibliografía existente a nivel internacional qué duda cabe que la banda gástrica es un buen procedimiento para el tratamiento de la obesidad mórbida y sin duda el más seguro, eso sí, funciona siempre y cuando el centro médico o cirujano escogido reproduzca los mismos esquemas de seguimiento que permiten alcanzar estos buenos resultados.