¿Es recomendable hacer ejercicio durante el embarazo?
Durante el embarazo, lo primero que hay que decir es que no existe ninguna evidencia científica que desaconseje la práctica del ejercicio durante un embarazo normal.
De hecho, algunas mujeres han sido campeonas olímpicas estando embarazadas. No obstante, el ginecólogo es el profesional que debe informar a la mujer de que su embarazo es normal y puede hacer ejercicio o, por el contrario, indicarle que en su caso concreto debe mantener reposo. Así pues, toda la información aquí expuesta debe entenderse como una serie de recomendaciones de carácter general, teniendo presente en todo momento que cada mujer es única y que su ginecólogo debe estar al tanto de todo lo que hace.
Según Christine L. Wells, autoridad mundial en fisiología de la mujer, el embarazo no es el momento adecuado para iniciar un programa de entrenamiento intenso o de pérdida de peso, pero las mujeres sedentarias pueden aumentar poco a poco su actividad física sin sufrir ningún daño. No hay necesidad de reducir el ejercicio durante los 3 ó 4 primeros meses del embarazo. Durante los meses 5 y 6 puede ser conveniente reducir algo los ejercicios y, a partir del 7º mes, hay que aplicar una reducción más importante.
Líneas maestras de actuación
- Durante el embarazo, en ocasiones la sangre se acumula en las piernas, por lo que son preferibles ejercicios rítmicos como correr, andar rápido o nadar, a ejercicios estáticos. No hay que tener miedo de que el feto sufra algún daño por las sacudidas provocadas al correr, ya que el saco de líquido amniótico que lo rodea amortigua estas sacudidas.
- Es importante entrenar con pulsómetro para controlar la frecuencia cardiaca, que no debe estar por encima de las 140 pulsaciones por minuto.
- Hay que hidratarse adecuadamente antes, durante y después del ejercicio y evitar los ambientes calurosos, para prevenir la deshidratación y el acaloramiento excesivo (la temperatura materna no debe superar los 38º), lo que implica beber aunque no se tenga sed.
- Es recomendable hacer ejercicios para fortalecer la espalda y los abdominales (bajo la tutela de un profesional para evitar ejercicios contraindicados), ya que alivian los típicos dolores de espalda provocados por las adaptaciones posturales del embarazo.
- Evitar deportes violentos o de contacto por razones obvias, así como tirarse al agua de pies o practicar esquí acuático porque podría entrar agua en la vagina.
- Los programas de gimnasia preparto son especialmente interesantes por su alto nivel de especificidad (ejercicios respiratorios, musculares, relajación, etc).
Últimos consejos
- Es posible sufrir pérdidas de orina mientras se realizan ciertos tipos de ejercicios, por lo que las compresas de protección para la incontinencia urinaria pueden ser una buena solución.
- Los pechos aumentan considerablemente durante el embarazo (alrededor de 0,4 kg al final del mismo), así que es de suma importancia utilizar un sujetador adecuado, sobre todo cuando se hace ejercicio.